jueves, 12 de julio de 2012

yo te entiendo y te veo de lejos y sé que reís. ¿pero hasta que punto no es una máscara? no hace falta que te escuche hablar con tus amigos, si te ví y ya ni te animaste a saludarme. esa puerta que ya no usamos nunca más, está ahí esperando a ser cerrada, o incinerada, o capaz espera un telegrama de despido, qué se yo. pero que mal, que noche llena de hastío y de frío! si te ví de cerca, caminando (y era de noche, y hacía invierno) y ni te animaste a acompañarme. no sabía que tanto tanto tanto me querías ignorar; aunque se te nota en la cara. y aunque se me nota en la piel, nunca me animé a darte mi telegrama de renuncia, te mando abrazos de esos que esperan a la salida (espero que esos sí te lleguen algún día).

No hay comentarios: