martes, 25 de octubre de 2011

yo le cuento que es lo que me está pasando. Necesito un poco de tiempo, mucho tiempo para comprender que es lo que estoy germinando dentro y fuera de mi cuerpo; hay una persona que no encuentra el espacio para crecer, la de antes no la deja respirar. 

Lo más loco de todo es que te quise bien. Vos sabés de qué modo, lo que no quiero es inventar un camino de retorno para escaparme de la soledad. 


(en esta situación no quiero, volvamos a allá)

miércoles, 19 de octubre de 2011



«A mediados de los sesenta -explica el autor-, me encontraba bastante cansado de lo que había hecho hasta entonces, trabajos abstractos que realizaba en apenas un día. Entonces, decidí ir justamente en la dirección contraria, y dejar de basar mi expresión plástica en los dogmas claros y clásicos del arte». 
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. 
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. 
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, 
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, 
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, 
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se 
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.















El amenazado
Jorge Luis Borges

domingo, 2 de octubre de 2011

la medida justa de Domingo cayó sobre mí, tengo muchas ganas de llorar.