domingo, 30 de septiembre de 2012

imprenta

sin tantos recovecos, vaivenes y escondites. las letras así mejor no se (con)funden -que bueno-, darte cuenta que podría escribirte en imprenta. 
"hay cosas que son necesarias decirlas para que el otro se entere", ya no voy a serte más de manera cursiva, ya entendí que no hace falta que retuerza nada, que simplemente, las cosas son como se muestran, se dicen. simples.
en imprenta

control

controlar  la presión, el colesterol y las veces que pestaneé. ¿por qué también no me controlás las veces que dejé de respirar mientras me hiciste llorar?

lunes, 17 de septiembre de 2012

verborragia

hay silencio adentro de mi cabeza y en el lugar (o eso creo), de repente me mirás. me doy cuenta que esa no es una mirada banal; pesa y no es material, hay algo que me empieza a retumbar cerca de los pulmones, como una caricia o un cosquilleo. sube, con más intensidad, por mi garganta. empieza a tomar forma, tengo calor. me tiemblan los labios, ya que depende de ellos que suceda o no la verborragia. de repente esa energía retenida vuelve a tomar fuerza y hace presión en mí, es como cuando tenés ganas de vomitar; esa misma sensación, pero nada me cayó mal ésta vez. ahí viene, si me seguís mirando va a pasar. respiro profundo, me recorro la boca con la lengua, me muerdo. pero me seguiste mirando yo te avisé; tus ojos atravesaron mis pupilas, ése fue el último empujón para que te susurre por fin: te amo.

(y éso que fue sólo una mirada)

martes, 11 de septiembre de 2012

proceso

a vos te veo que te preparás, te estás armando. sé que estuviste mirando todo al rededor. te detuviste a pensarlo y procesarlo. te fumás un cigarrillo mental. volviste a fijar los ojos de tu mente, a ese lugar: una idea. 
la perseguís para que no se te escape. la boca te va a estallar ¡cuidado! ya la idea sigue y sigue creciendo, no la podés parar. quiere desbordarse. ¡que no se te escape! -pero pestaneás- das un respiro. 
y te ponés a escribir.

sábado, 8 de septiembre de 2012

un extracto

"...espera espera espera
que vas a sonreírte
por primera vez

espera 
que vas a sonreírte 
para siempre
sin pensar en morir".

sorpresa

una persona le contó a otra que hubo un día que pensó en lastimarse mucho, para no decir suicidarse (aunque se lo terminó diciendo). sorpresa: el confesor lloró, el receptor de esa confesión se quedó inmóvil, pero rápidamente reaccionó. pisó las palabras conformantes de la confesión para asegurarse que quedaran irreconocibles a los ojos de los transeúntes y se despidió con una promesa hecha de hoja de otoño. 
 pasaron los meses y el confesor no paró de llorar. 
sorpresa: el confesor se encontró solo y con ganas de matar. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

armadura

escucho canciones y tengo puesto tu pulover, al rededor mío hay bastante hostilidad, pero a mí no me importa, como si tu pulover fuese mi armadura. yo sigo pensando en todas las cosas que tengo que hacer, pero qué importa, como si tu pulover fuese mi armadura. a veces me pongo a pensar en que es lo que pasaría si pasara algo terrible, de verdad; no sé si tu pulover sería mi armadura. tal vez debería de pedirte algo más fuerte, como un abrazo. y que sea doble, por favor. y que sea eterno, por favor.