domingo, 11 de noviembre de 2012

innombrable

ojos negros
quise decir ámbar
eso tuyo
de la esencia
adentro de las puertas
abajo de tu sol infinito
del olor al fuego
con el que nos quemamos.

aviso

decirte que nunca me despedí. que entiendas la esencia de lo que hierve por dentro; nunca te dejé (siempre vuelvo). y si eso pasa es por que lo que prometo lo cumplo y podría firmarlo con sangre para que me creas, que una mujer enamorada tiene la fuerza de mil manadas salvajes. 
aviso: cuando pase eso que esperamos en secreto, te va a gustar tanto que te vas a olvidar de todo lo malo que pasó.

domingo, 4 de noviembre de 2012

coraje

nunca me pasó decir chau de verdad, creo que es por que nunca tuve el coraje. de repente me ví acá, sola de verdad. rodeada de libros, papeles, una taza de café y una computadora. no había más gente a mi alrededor. me dí cuenta que el coraje lo fuí largando de a poquito, hoy estalló. y acá está (acá me veo, sola, como quería verme). en el manual de instrucciones no decía lo del vacío en el pecho, la garganta cerrada y el agua salada en pequeñas porciones sobre mi cara. tuve la valentía de desgarrar la verdad y nadie supo entenderme, supongo.

pequeño relato desesperado

Estoy varada en Ramos Mejía a las dos y cincuenta y cinco de la madrugada en una estación de servicio, por que tengo frío. todo acá es tan horrible, la radio am que escucha el viejo del mostrador mientras masca chicle, las personas que juegan de transeúntes paseándose en la calle de lado a lado, su ropa, la música, los autos tuneados. todo. entran a comprar chicles o cigarrillos, todo con c. todo me da asco.
si viese esta situación desde afuera, incluyendome; veo una mancha en toda esta tela entretejida de la noche conurbana: soy yo que desentono. pero ¡ay! que bien que lo haga. me supongo inmaculada, mucho más clara que los demás. hay algo que entendí y me gusta ser consciente de ello. no es una declaración de odio hacia nadie. creo que es una declaración de principios hacia mí. no sé lo que soy, pero por lo menos sé lo que no soy. 
viene el colectivo, ya era hora. no me alejo de todo este mundo, aunque me contento encerrandome momentáneamente en un cuarto a creer que vivo en otro lugar- estoy desesperada, por respirar aire contaminado pero con el gusto que yo quiero. ya lo olí, ya me voy a ir a respirar todo lo que quiera. espero no volver a ramos mejía por mucho tiempo, casi me hace llorar pensar que podría haber llegado a pertenecer a todo ese mundo del cual hoy me jacto de verlo de lejos.