jueves, 9 de febrero de 2012

la soledad es un amigo que no está

Y qué decir, qué pensar, qué sentir frente a semejante acontecimiento de la vida.
Vos me marcaste la mía. Tenía catorce años y me animé a escuchar ese cd de tapa verde que siempre sonó en mi casa pero nunca le había prestado la atención que merecía: esa tarde me dí cuenta que estaba ante la presencia de un dios, un dios de carne y hueso; nombre, apellido y hasta dirección. Nunca me había sentido de tal manera. Era la mezcla entre una lírica profunda, bella, etérea, elevada, simple, significativa... eterna, con música del más acá. Realmente desde ese momento fuí otra: Escuché Artaud
Te digo gracias, por compartir toda esa magia al universo; y que mis viejos me hayan hecho crecer con tus bandas eternas de soundtrack de mi vida. 
"¿donde estás ahora? que el viento borró tus manos..." Un nudo en la garganta y la pérdida del sentido gravitacional de la tierra, eso sentí cuando caí en que ya no estabas. Y puede que tenga un pensamiento egoísta, pero seguramente todos los seres terrestres queríamos que sigas acá, que sigas cantando, componiendo, escribiendo, moviéndote y respirando tan hermosa y únicamente, de esa manera tan tuya.
uf, abrazame, madre del dolor... nunca estuve tan sola de mi cuerpo.
 No queda otra que seguirte recordando de la manera más linda, escuchando tus discos, tus palabras; leyendo Guitarra Negra y recordando con sonrisas esa noche de diciembre de dos mil nueve, en la que me hiciste felíz, viendo por primera vez a Almendra, Pescado, Invisible, Spinetta Jade, los Socios del desierto...; que me sentí como en casa, como si fueses un abuelo contándome una historia antes de dormir.
 Aprendiste a volar entre tanta gente, flaquito hermoso. Vos siempre fuiste el sol. 
 Sos alma de diamante.
 Después contame como es el lugar al que todos llaman cielo... Siempre en mi corazón.
 Te amo flaquito infinito.






Luis Alberto Spinetta. (23 de Enero 1950-8 de Febrero 2012- Siempre)

2 comentarios:

Romina dijo...

Lindas palabras piba.

Facundo dijo...

que dificil se torna aceptar la perdida, que dificil es aceptarlo. Ahora, imposible, verdaderamente imposible, es dejarlo partir. Su cuerpo se fué, pero su alma no para de hablarnos y de enseñarnos. Entonces hasta siempre, muy lindo todo lo que sentiste al escucharlo, yo también sentí algo parecido, al principio me costaba un poco entenderlo pero siempre supe que era diferente a todos los demás. un abrazo para vos y a seguir por la vía de la eternidad que nos señala Luis.