martes, 24 de noviembre de 2009

El que calla nunca está otorgando, si no quedando bien con dios y con el diablo. Y esa noche no abriste la boca, ¿por qué será?. Vos sabés, me gusta equivocarme, pero te digo que esto ya no da para más, y con un tono bien firme pregunto: ¿por qué será?. Y me quedé mirando como saludaste a todos menos a mí. Si la lágrima muere en la boca y el borracho en el mismo bar. Si hasta el agua y el aceite siempre terminan juntos abrazando al cordón. Ahora decime: ¿qué pasó que no terminamos juntos los dos?. ¿A dónde voy?, si el sol ya sale y gasté todo en vos. Como las horas que el tiempo se lleva, y la memoria del que no recuerda. Como las voces de los que se callan, ¿a dónde fuiste?, ¿a dónde fuiste?, nunca más te volví a ver. Me quedé mirando como saludaste a todos menos a mí. Si la lágrima muere en la boca, y el borracho en el mismo bar. Si hasta el agua y el aceite siempre terminan juntos abrazando al cordón. Ahora decime: ¿Qué pasó?.

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